Bastián Moreno es profesor de educación física en el primer ciclo de enseñanza básica. Cuando ingresó a trabajar en nuestro establecimiento tomó su bicicleta y salió a recorrer Bajos de Mena para conocer a fondo la realidad de nuestros estudiantes.
¿Cómo ves tus años en el Monte Olivo?
En mis cinco años trabajando en el colegio he hecho mis clases con mucho optimismo y alegría, me gusta mucho trabajar acá especialmente con los más pequeños.
¿Cómo te involucras en la vida de los niños para que se comprometan en su aprendizaje?
En los pequeños detalles. Todas las mañanas les pregunto a los niños cómo están con el fin de saber cómo vienen, cómo se sienten. Es importante generar lazos de afecto y de aprecio, sienten esa cercanía. Ellos son los importantes para nuestra comunidad.
¿Qué le dirías a tus estudiantes?
Que sigan viniendo con alegría a clases, que aprovechen sus clases de educación física y aprendan mucho. Que no pierdan esa sonrisa con la que me reciben por las mañanas porque iluminan mi día y me hacen feliz.